¡Ahórcalo, ahórcalo!

Un elefante pasaba cada vez que quería sobre un hormiguero y las hormigas estaban hartas de que les aplastara todo lo que hacían destruyendo todo su avance. Entonces se pusieron de acuerdo y decidieron emboscar al elefante la siguiente vez que pasara. Cuando empezaron a oir el tun-tun-tun de los pesados pasos del elefante, se acomodaron a los lados del camino y empezaron a trepar por sus patas. La más ágil rápidamente logró llegar al cuelo antes de que el elefante se sacudiera y tirara a todas las demás. Ésta quedó colgando de un pequeño pliegue de la piel del elefante cuando empezó a escuchar la porra de todas las demás hormigas gritado “¡ahórcalo, ahórcalo!”

¿Cuántas veces no escuchamos expresiones así en empresas en crecimiento ante las acciones de las grandes corporaciones dueñas de marcas poderosísimas? Se mueven poco por su tamaño, pero cuando lo hacen ¡cuidado! Son capaces de acabar con todos los esfuerzos de sus pequeños competidores.

Otras veces escuchamos resignación o excusas diciendo “es que nosotros no tenemos sus recursos”, “somos una empresa en crecimiento”, “somos muy pequeños comparados con los grandes monstruos” y otras muchas expresiones similares.

La realidad es que en el mercado no hay reglas ni categorías como en los deportes. En los negocios lo importante es ganar, no competir. Y si quieres lograr resultados exitosos, más vale que empieces a aprovechar las ventajas que te da ser pequeño, como la agilidad, la capacidad de respuesta, la innovación, la audacia y algunas veces la capacidad de ir y venir varias veces mientras que el elefante se da cuenta de que te estás moviendo.

Nadie es demasiado pequeño para lograr resultados exitosos y construir una marca poderosa, la clave está en entender de qué estás hecho, de qué eres capaz y en enfocarte para dejar de tratar de ahorcar al elefante mientras te sostienes con grandes esfuerzos para no caer y ser aplastado.

Si a veces pierdes la perspectiva y te hace falta tener con quién discutir ideas, estrategias y posibilidades, te sugerimos buscar a alguien que quiera ser tu CÓMplice y se muera en la raya contigo para lograr los resultados.

Si te animas, danos una llamada. Podemos explorar juntos las posibilidades de tu negocio y las formas de abordar el proyecto financieramente.