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Administrador

Construir tu marca es la inversión más rentable.

Recientemente hemos tenido diálogos con algunas empresarios que han reflexionado sobre el tema de la construcción de marcas y han especulado sobre lo que habría sido si la primera generación en la empresa hubiera tenido la visión de llevarla a cabo. Tienen perfectamente claro el valor que representa construir una marca y lo ven, con una clara admiración, en productos de sus competidores que hace años tomaron la decisión de construir su marca y ser consistentes a lo largo del tiempo, lo que los ha llevado a una posición privilegiada y sumamente fuerte en sus mercados.


Ven a competidores que tienen la preferencia de los consumidores por ser marcas queridas por ellos, que con ello logran espacios privilegiados en los canales de distribución y que logran ampliaciones de portafolios que aumentan sus ventas sin mayores inversiones en marketing y que pueden determinar precios superiores al resto porque quienes los prefieren están convencidos de que lo valen. A pesar de ello, algunos todavía dudan al valorar la decisión de invertir en ello, como buscando opciones de inversión que resulten más rentables. Al final siempre caen en la cuenta de que ni los fondos de renta fija o variable, ni las tasas de la FED o las inversiones en bolsa te pueden dar la seguridad de colocar tu dinero en una inversión que dependa exclusivamente de lo bien que tú puedes hacer las cosas. La inversión más rentable es la construcción de tu marca. Sólo a través de este modelo logras generar y depositar en tu marca valores que día con día hacen que sea más querida por sus consumidores, que decidan pagar un precio diferencial por tener algo que consideran que los satisface mejor que tus competidores y que les brinda una mayor satisfacción. Esta inversión te produce dividendos en cada venta, cada día y a lo largo de los años. La inversión en la construcción de tu marca siempre será la más rentable y nunca es tarde para empezar a hacerlo. Es cierto que se requiere una visión clara, una estrategia sólida y una gran consistencia; y aunque requiere de inversión, esta puede ser dimensionada de manera gradual de acuerdo al crecimiento. Lo importante es ir en la dirección correcta desde el principio para que cada peso invertido genere el valor esperado para lograr un crecimiento rentable y sostenido.

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