Pensar en diseño como una herramienta, técnica o acción de embellecer algo, es un rotundo error. Por definición diseñar significa:
Dibujar una cosa que sirva de modelo en su realización.
Pensar o planear un proyecto o idea. Y el origen de la palabra, viene del italiano “disegno” que significa boceto, bosquejo o esquema.
El diseño deja de ser una expresión artística y se vuelve algo más ligado a la planeación y el desarrollo estructural de algo que está por ser construido.
Algunas marcas o empresas llevan a cabo un crecimiento desmedido, a pesar de que esto puede ser deseable para muchos, también puede significar su fin. Al tener un crecimiento tan basto es muy fácil perderse de pequeños detalles que suelen ser bastantes significativos, como por ejemplo, la calidad del servicio, de sus productos o también lo que proyectan en su comunicación y en su imagen.
Si una marca comete un error de comunicación por no tener diseñada una estrategia, se puede quemar ante todos sus clientes y posibles consumidores. Toda marca debe llevar a cabo o tomarse el tiempo para diseñar y desarrollar su comunicación, no solo confiar en que las cosas se van a dar por si mismas.
“Diseño no es lo que ves, es lo que haces que otras personas vean” Edgar Degeas.
Una marca tiene que crecer con diseño, desde su logística interna hasta su comunicación y lo que proyectan al mundo. Esa es la forma correcta de incrementar su permanencia en el mercado, de generar un posicionamiento sólido, que perdure en sus consumidores y que sea más difícil que la olviden.