- Administrador
Tembló y nos quedamos temblando
Quienes vivimos el terremoto de 1985 tenemos la piel sensible y el ánimo quizá un poco más lastimado que quienes esta vez tuvieron su primera experiencia ante un evento catastrófico como el sismo del –otra vez – 19 de septiembre.
Te invito a agradecer la vida que afortunadamente conservamos, a sumarnos con quienes están actuando a favor de los damnificados y a aportar todo lo que podamos, cada uno en su dimensión y a su manera. Decían alguna vez que a quien la sociedad le da más, debe dar más. Yo creo que cada uno tiene su propia medida y lo valioso es dar todo lo que tenemos en apoyos, en donaciones y en protección de la gente que trabaja con nosotros.
Tembló y algunos nos quedamos temblando. Muchos hermanos mexicanos perdieron su patrimonio. Otros, afortunadamente los menos, perdieron la vida. Pero no por ser menos en cantidad le resta valor a cada una de las personas que ya no estarán con nosotros.
Tembló y nos quedamos temblando. Un motivo más para redoblar esfuerzos y seguir construyendo y compartiendo la visión que ha dado motivo a nuestras vidas como empresarios y como constructores de legados.