En muchas ocasiones nos sucede como publicistas que desarrollamos una idea que nos parece asombrosa, completamente fuera de lo ordinario, creatividad ejemplar esperando ser aplicada en una marca. Tenemos altas expectativas de nuestra idea y al final se queda simplemente en un anuncio bonito. ¿Qué sucedió? ¿Por qué no tuvo el impacto que esperábamos? ¿Cómo es posible que no maravillara a la audiencia? O acaso ¿nuestra idea no era tan buena como pensamos?
La publicidad efectiva, no se trata de contar solamente buenas historias, somos estrategas encargados de diseñar planes eficaces para cumplir con objetivos específicos que vemos reflejados en la interacción de las personas con las marcas.
Es por esto que la buena publicidad tiene que pensar de forma integral. Tener un excelente conocimiento de la marca, el target y los medios más adecuados. Cada campaña necesita una planeación única para poder seleccionar los canales correctos de comunicación y entonces la creatividad es simplemente herramienta para poder reforzar el mensaje, no debe de ser el mensaje en sí.
Cuando una marca y una agencia piensan en 360 se les abre el panorama completamente. Una estrategia desarrollada con un amplio conocimiento de medios, da la pauta para poder conectar más fácilmente el target.
El mensaje publicitario tiene que ser entregado en el lugar, momento y forma correcta. Recuerda que la publicidad 360 no es tener presencia en todos lados, se trata de la elección correcta para la comunicación de una marca con su target.