– Conoce profundamente a las personas.
Entiende cuál es la necesidad más relevante que tu producto o servicio puede satisfacer.
En este momento no pienses en las maravillas técnicas que tiene ni en la superioridad tecnológica desde el punto de vista del experto fabricante.
Sólo ponte en los zapatos de las personas que esperas que te compren y desde esa óptica mira a tu producto contra su competencia. ¿Cuál puede hacer más felices a las personas, considerando la forma en que puede satisfacer su necesidad más relevante? Habla con ellos, escúchalos y entiéndelos. Recuerda que el consumidor no es estúpido.
– Define una propuesta de valor clara.
Ahora sí pueden entrar en la ecuación las maravillas técnicas de tu producto, pero sólo en el sentido de que tengan la capacidad de satisfacer de manera superior que la competencia la necesidad más relevante que detectaste.
Piensa en términos de para “X” personas (las que esperas que te compren), soy la marca que les brinda “Y” porque tengo tal o cual maravilla tecnológica.
Piensa siempre en las personas. No les ofrezcas cosas que no les importan. Por ejemplo, si fabricas cocinas de juguete no les hables de que les van a durar toda la vida, la gente no espera que lo hagan porque los niños se aburren muy rápido de los juguetes. Si vendes jeans no prometas duración, la moda no está definida por la resistencia de la mezclilla sino por el diseño y los accesorios de las prendas.
– Alinea toda tu mezcla de marketing.
Lo que acabas de definir es el posicionamiento de tu marca, a través del cual esperas que te prefieran sobre otras.
Ahora es el turno del resto de las variables de la mezcla de mercadotecnia. Asegura que todas reflejen y refuercen el posicionamiento. No pierdas de vista que no hay productos de lujo a precios de básicos ni al revés. Los canales de distribución son determinantes, no exhibas jabones en ferretería ni computadoras en jardinería.
El posicionamiento de tu marca puede ser fortalecido de manera contundente por la adecuada mezcla de marketing.
– Define la personalidad de tu marca.
Piensa ¿si tu marca fuera una persona cómo tendría que ser para poder establecer una relación emocional poderosa con tus consumidores? ¿Debe ser líder o sólo compañera? ¿Es conveniente que sea divertida o formal? En fin, ¿con qué persona se identificarían mejor tus consumidores?
– Comunica impecablemente.
La comunicación de tu marca es el factor más visible de tu mezcla de mercadotecnia. Asegúrate de que esté impecablemente realizada y ejecutada, que comunique el beneficio a las personas de manera clara y poderosa.
No caigas en la trampa de las ocurrencias creativas o en las campañas chistosas.
Y por último te compartimos la infografía para posicionar exitosamente tu marca ya sea para que la compartas en redes sociales o la guardes y la tengas a la mano con un sólo click.
¡Mucho éxito!
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