Disney Company, fundada en 1923 por el señor Walter Elias Disney, es una empresa que no ha parado de crecer y a tenido una influencia en prácticamente todas las personas en el mundo por casi 100 años. Desde el estreno de Blanca Nieves en 1937 se volvió una marca que todos volteamos a ver.
El éxito de esta marca no es ninguna casualidad, para empezar prácticamente todos sus largometrajes están ranqueados de buenos a excelentes en IMDb. La gente se conecta inmediatamente con el diseño, humor, la personalidad y las vivencias de sus personajes, en algunas ocasiones, la conexión es tan fuerte que los adoptan como sus favoritos (Hablamos de un Mickey, Stitch, Campanita, Elsa o muchos otros personajes). Esto da como resultado que puedan vender licencias o hacer muchísimos productos como: playeras, mochilas, cepillos de dientes, plumas, tenis, platos o prácticamente cualquier objeto en el cual se pueda imprimir la cara de alguno de sus personajes.
Pero Disney no puede parar ahí, necesita seguir creciendo y creciendo. Al envejecer su target, podían olvidarse de ellos y seguir haciendo películas o series para los nuevos niños, pero ¡no! Esta no es su visión. Ampliaron tanto su mercado que buscaron la forma de seguirle llegando tanto a chicos como a grandes, jugando un poco con la nostalgia (toy story 3) siguen manteniéndose frescos de tal forma que sin importar la edad que tengamos, nunca vamos a dejar de emocionarnos.
Además de esto, es una empresa capaz de colaborar con artistas (
Dalí + Disney) o adquirir otras marcas o licencias (Marvel, Star Wars, etc) razón por la cual siguen creciendo y hasta cierto punto manteniendo a la competencia a raya.
Esta empresa sirve como un ejemplo de una marca que conoce a la perfección de marketing, publicidad, calidad y ambición, pero sobre todo que entiende lo que sus consumidores realmente valoran.