Si crees que tu empresa puede vivir sin marcas, no vas a poder sostenerla por mucho tiempo.
Vamos a ver ¿cómo es que alguien puede no tener marcas?
En primer lugar, tu nombre es una marca. En segundo lugar tu empresa es otra marca. En tercer lugar, tus productos o servicios siempre tienen al menos, una marca, la de tu empresa.
Veamos cómo funcionan las “marcas”.
En esencia son una representación fonética, gráfica o una combinación de ambas a las que se asocian elementos positivos o negativos basados en el contacto y la experiencia que has tenido con ellas.
Tu marca personal.
Pongamos como ejemplo tu nombre como marca personal. Puedes ser una persona muy trabajadora aunque te encanta la fiesta. Esto puede operar en favor y en contra. Cuando te vas de fiesta y dejas a tu pareja fuera de la acción generas una percepción negativa. Pero cuando se van de fiesta juntos la experiencia es positiva. Así sucede también cuando llegas con algo que sabes que le gusta a tu pareja y la sorprendes. Tu marca personal gana valor en la mente y en el corazón de tu pareja. Mientras más veces repitas acciones de este tipo el nivel de satisfacción de tu pareja será incremental.
Toda marca es una cuenta de inversiones.
Después de todo, las marcas (tu nombre, el de tu empresa o de tus productos o servicios) funcionan como una cuenta de inversiones en la que se van depositando o retirando los valores que generan tus acciones y las experiencias de tus clientes.
Mientras más satisfechos estén, tu marca adquirirá más valor y será difícil que tus competidores te desplacen por ser baratos o por cualquier razón que no tenga suficiente poder de convencimiento para que los clientes decidan dejar una buena experiencia acumulada con tu marca y la cambien por una desconocida. Así construyes barreras de salida.
La marca y la sostenibilidad.
Así se construye también la sostenibilidad de las empresas. Depositando en la marca de la empresa todo el valor de las acciones que generan experiencias positivas desde el punto de vista ambiental, social y de gobernanza considerando a todos los grupos de interés que se relacionan con la compañía (accionistas, colaboradores, clientes, proveedores y comunidades o poblaciones que pueden verse afectadas). Si haces bien las cosas consistentemente tendrás una marca-empresa cada día con mayor valor. Será más respetada y querida por sus colaboradores, sus proveedores, sus clientes y los demás grupos de interés.
¿Está claro que tienes marcas?
No tienes que producir refrescos o licores para tener marcas. Tu nombre, el de tu empresa y el de tus productos o servicios son marcas. Crear valor para ellas es algo que haces con cada decisión que tomas tanto en lo privado como en lo público. Por ejemplo, tu marca personal se ve determinada desde que decides cómo será tu apariencia cada mañana hasta cómo te comportas en cada momento. Lo mismo sucede con tus otras marcas. Todo lo que haces comunica algo. De ti depende si se convierten en depósitos o en retiros de valor.
¿Cómo es valorada tu marca?
Normalmente entre los grupos de interés se presentan diferentes percepciones que pueden afectar el valor de tu marca. La percepción que tienen tus directivos, tus colaboradores y tus clientes necesariamente debe estar alineada para lograr el nivel de satisfacción incremental para ampliar el valor de la marca. Un sencillo proceso de diagnóstico en línea puede ayudarte a conocer la percepción de valor entre estos tres grupos y su alineación. Con esta información puedes aumentar la productividad y estimular la innovación en la empresa generando mayor satisfacción en tus clientes.
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