Los seres humanos somos gremiales y siempre buscamos la forma de hacer ver que pertenecemos a una u otra clase social, agrupación, escuela, estilo de vida, religión, estamento o cualquier forma de agrupación con la que nos guste relacionarnos y ser percibidos como pertenecientes.
Gracias a esta necesidad existen las marcas, no sólo las comerciales sino todos aquellos símbolos que nos distinguen y dicen de nosotros lo que queremos que otros perciban. Incluso quienes prefieren no utilizar ninguna marca están diciendo algo a su entorno mediante la ausencia de las mismas.
El punto es que en nuestras vidas hay infinidad de productos que utilizamos cotidianamente pero que podemos llegar a sustituir por cualquier razón como probar nuevas opciones, aprovechar una oferta o seguir una recomendación, cuando éstos no tienen asociada una marca que represente valores y razones para que nos mantengamos fieles.
La única forma de garantizar ventas futuras es creando y manteniendo una marca poderosa que represente un valor importante en la vida de las personas que la prefieren. Como establece Philip Kotler claramente, si no eres una marca, sólo eres una mercancía.
Si tu producto ya tiene nombre y logotipo pero no has logrado construir una marca valiosa, lo primero que necesitas son CÓMplices especializados en transformar productos en marcas valiosas.
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